miércoles, 15 de diciembre de 2010

Cárcel Urbana

lunes, 13 de diciembre de 2010

Éxtasis

Tomados de la mano el ritual sectario se dio inicio. Rezaron a sus dioses, leyeron sus salmos, alabaron al creador. Una última mirada cómplice, una mirada que resumía los códigos que manejaban, los sumió en el acto. Orgiásticos, nauseabundos, consumaban el hecho sin un dejo de vergüenza, sin darse cuenta de que el marco grotesco que estaban formando era un síntoma de decadencia.
 
    Cuerpos grasosos, saliva, sudor. El choque de la carne junto a otros sonidos generaban la música que se necesitaba para pintar esa imagen patética. Siguieron así por siete minutos. La consumación efímera del occidente. Lo inmediato como síntoma de eficiencia.
 
Tomaron aire unos instantes. Se miraron, estaban satisfechos. Minutos después, reiteraron el ritual, estaban vacíos. Lo que inmediatamente se inicia, pronto deja de saciar.
 
    Esta vez, demoraron cinco minutos. Estaban atorados. Eran seis personas. Volvieron a acomodarse, esta vez, no hubo intermedios, no hubo un tiempo de preparación, el vicio llega cuando lo que obtenemos es una meta reiterada. Retomaron sus actos abominables. Exudaban grasa, eran tóxicos. El lugar acompañaba la escena, el mismo olor, un ambiente en donde todos cedían a la carne barata y a los hábitos denigrados. Acabaron todos juntos.
 
Se miraron, agotados, frotaron sus estómagos ondulantes y abandonaron el Mc Donalds.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Nuevas Tecnologías

- La telepatía en los últimos años se ha vuelto demasiado obsoleta. Los pensamientos se prolongan mientras la existencia sea tal. Luego, nadie sabe. ¿Adonde irán a parar estas ideas brillantes que convergen en mi mente de parte de miles de humanos que continuamente transmiten buscando perdurar en el tiempo?. Debemos construir un dispositivo que permita almacenarlos, recordarlos, retransmitirlos, infinitamente. .-

- Me han presentado ideas que temo llevar a cabo. Mayormente son complejas, requieren de canalizar las tempestades y sus rayos, o tomar metales y piedras, alejarlos y acercarlos. Y, lo mas difícil es como traducirlo. ¿Como traducir lo que pensamos y decimos dentro de un trozo de material inerte?. Si la vida es el pensamiento... y el pensamiento pende de la vida... es un círculo vicioso que tal vez no logremos resolver. -

- Yo considero que debemos plantear este problema desde lo mas simple. Siento cierta afinidad por lo artesanal, debo admitir. Creo que lo que podríamos utilizar, y erigir el símbolo distintivo del hombre, que es el arte. -

- No olvidemos que nuestros antepasados cayeron en la idea de la ambigüedad, representando escenas, buscando repetir un instante para así retransmitirlo mas allá de la existencia, en cuevas. -

- ¿Pero como crear símbolos complejos y concretos desde la abstracción?. -

- Podríamos utilizar un código que sintetice los conceptos mas importantes o, mejor aún, dejar librado a una serie de reglas la construcción del código. Que se regenere y se amplíe acorde a las necesidades de la idea y del concepto. -

- Creo que tengo una respuesta para todo lo anterior. Podemos utilizar arcilla o piedra como soporte, una pequeña rama o un cincel donde cualquiera de nosotros, como artesano estamparía un código compuesto de caracteres que dependan de un orden para permitirle recombinarse. -

- ¿Y cómo asignamos el valor?, ¿cual sería nuestro parámetro de representación? .-

- Simplemente utilizando nuestro cuerpo, nuestra lengua, y generando sonidos. Pasemos del pensamiento al cuerpo y del cuerpo al aire. Luego, volquémoslo en el soporte que nos dará la eternidad. -

- ¿Podríamos llamarlo lenguaje? -

- Creo que es un buen nombre. -

La tierra de los sueños robados


Él tiene más de treinta años. Título Universitario, excelentes calificaciones. Se levanta todas las mañanas a las 7:00 AM, se baña, se viste, desayuna a las apuradas y, con paciencia zen, parte a esperar el colectivo para ir a trabajar.  Ella también ha superado los treinta. También ostenta un título universitario y también con excelentes calificaciones. Misma rutina, mismo periplo, mismo trabajo.

Ambos llegan a la oficina a tiempo, sudando la espera de las calles cortadas, los puentes tomados, los colectivos que no se detienen. Se saludan, saludan a sus compañeros de trabajo y toman asiento en sus respectivos boxes. Se colocan sus headsets y comienzan a trabajar.

"Hola, lo llamamos de..." 

Los callcenters son, hoy en día, el lugar hacia donde peregrinan los parias profesionales. Aquellas personas que siguieron su vocación, se esmeraron, "dejaron todo en la cancha" con tal de concretar un sueño, una profesión, un oficio pero que la sociedad, los mercados cambiantes, la industria y los gobiernos no han sabido aprovechar.

La tierra de los sueños robados es un perímetro delimitado por los vaivenes económicos, los amiguismos, la corrupción y el desinterés del Estado. Gente capacitada, inteligente, hábil, "dinámica y emprendedora" que no logra trascender por los caprichos de una sociedad cuya máxima aspiración es la mediocritud.

No se trata de una ecuación lineal, resultando proporcional el logro a los esfuerzos. No, de ninguna manera. El factor suerte prima, sobretodo si se tiene la fortuna de poder tolerar uno, dos años de trabajo "de onda", "gratuito". Una muestra bianual de esclavitud para saber si sos capaz de hacer lo que tus trabajos anteriores confirman.

Del otro lado de la línea cortan rápidamente. No están interesados en el producto. Este mes cerró con pocas ventas. Este mes alcanzará sólo para pagar los impuestos.


El problema, en realidad, no es que haya pocas vacantes sino que, muchas veces las vacantes ocupadas no están cubiertas por los "mejores", ni siquiera los "mas o menos". Muchas veces están cubiertas por Juniors, por estudiantes o recién egresados, con responsabilidades Senior. La razón es simple: Uno sale de estudiar, quiere trabajar a toda costa y los vampiros de siempre están atentos a aprovecharse de la situación.

Es así como uno puede ver anuncios del tipo

Se busca Productor: 
Edad hasta 25 años con experiencia. 
Dispuesto a trabajar jornadas de hasta 14 horas. 
Sueldo $1100.


¡Dejate de joder con el cine, el diseño y todo eso!. Dedicate a la Programación...

Programación, la nueva meca. Antes la abogacía y la ingeniería. Ahora es el tiempo de la programación, de la Administración de Empresas (sigo sin entender de qué trata esa carrera) y Marketing (lo mas cercano al.. ¿arte remunerado?) ¿Será acaso que debo dejar de soñar y contagiarme de la epidemia de "Bailando por un Sueldo"? Tanto nos hicieron descreer de nuestros sueños, que ya ni siquiera creemos en los sueños del otro.

¿Es que acaso no existe una inteligencia transversal para desarrollar "fuera de la caja"?
No, no existe. O no se quiere que exista. Mejor tener un programador que sepa hacer doble click y abrir el photoshop y que confíe a ciegas en el corrector ortográfico del word. Tres responsabilidades, tres cargos en uno. Otra de las características de esta Tierra de los Sueños Robados.

Porque los roban, los acribillan, los degüellan. Porque "el choripán y la coca" y "la pizza con champán" siguen siendo lo mismo. Soma, mentiras, fortunas inimaginables para la mayoría de nosotros, los mortales aquí nacidos, negocios cuyos números son inflados a fuerza de coimas, arreglos, adelantos.

No se cobra lo justo, se cobra lo que se debe pagar como peaje.

Se fuerza la marginalidad a través de gobiernos irresponsables y cortoplacistas, proveedores de leyes oscuras y poco claras, de un Estado omnipresente y sediento que devora hasta el 40% de un salario en cargas impositivas, un Leviatán hambriento que se filtra hasta el último poro de nosotros.

En el otro extremo, porque donde se roban los sueños sólo se conocen los extremos, los abusos y el exceso de "libertad" para los empleadores, drenaron hasta la última gota de ilusión de estas Tierras.

Paulatinamente, sin darnos cuenta, nosotros mismos pusimos la cabeza en la horca e izamos la soga. Nos permitimos "arreglar" los contratos, dejamos de buscar la excelencia y preferimos "salir del paso", nos ensuciamos las manos y el alma. Y cuando dimos el poder a los otros de juzgar nuestro trabajo por una cifra inferior, nos pidieron bajarla aún más, y más y más...hasta decir que no podíamos tener a alguien con tanta experiencia, ¡qué mejor tener otro que fuera mas barato! y todos comenzaron a bajar sus honorarios, tanto, que para poder sostenerse debieron -o deberían- tomar dos, tres trabajos.

"Si señor, la chequera le será enviada por correo una vez que usted se dé de alta en la sucursal mas cercana"


¿Cuál es la máxima proyección que podemos realizar en nuestras vidas estando aquí?¿Un día, una semana...un mes?. De todas maneras, nunca llega al lustro, a poder pensar "a cinco años". Nos suena, inclusive, un imposible. Porque la balsa en la que viajamos, perdida en medio del océano, no nos da espacio para erguirnos con total seguridad. Tampoco una grande, bastaría con una medianita, una...chiquita incluso. ¡Una seguridad a 12 meses!

Soy de los que salió al mercado laboral en 2001. Egresado de escuela técnica con excelente promedio  y grandes expectativas, propias y ajenas, de familiares y docentes. Ingreso a la Universidad a estudiar diseño y me topo con la burocracia universitaria. La UBA, un gran conglomerado de expedientes traspapelados. Consigo trabajo, como Director de Arte, pero estalla Diciembre. Y el sueño termina pronto.

Una seguidilla de presidencias arregladas en los baños del senado, en reuniones secretas, en la inconstitucionalidad misma. Un presidente que comienza con perfil bajo pero luego se vuelve un tirano, un déspota. Se compran las voluntades sociales, se "tranza" con unos y con otros, se firman contratos monopólicos, ilegales desde su origen, para luego desdecirse por no arreglar con la dádiva.

"¿Aprueba usted entonces la transacción?"

¿Cómo que ANSES toma empleados durante los primeros tres meses en negro?¿Cómo que este proyecto que insumirá un mes completo de desarrollo tiene que ser "de onda"? Ok, al menos sé que me tendrán en cuenta para futuras búsquedas.

Damos vergüenza. No tenemos sequía, no tenemos falta de recursos, no tenemos una guerra civil o con un país vecino, no tenemos terremotos, maremotos, no tenemos absolutamente ninguna de esas grandes preocupaciones que podrían cambiar el destino de la nación de un día para el otro, no.

¡Abunda el agua, abundan los campos, abundan los profesionales!

Pero...también tenemos nuestra corrupción, nuestros ignorantes (anagrama de Argentinos), nuestro ego, nuestro creernos "centro de toda la humanidad" y del universo, de paso. Azmerreires del resto del mundo, y no me vengan con "la última crisis económica mundial, acá la pasamos bárbaro", la razón principal es simple y tiene que ver con "nadie confía en la Argentina", básico. Pero, al mismo tiempo, agrava aún mas la situación del pasaporte de origen vergonzoso: Si los dueños del dinero Argentino son de la misma nacionalidad, eso significa que poco y nada les importa SU propio pueblo. Tan solo, obtener la mejor de las ganancias a precio solidario.


Argentina, duele haber partido para encontrarte así, doblada, torcida, convulsionando. Sin rumbo. ¿Cuál es el norte si el ombligo parece ser nuestro único destino? ¿Para qué me fuí? pero por aún ¿Para qué volví?.
¿Para hallarte dándome la espalda?¿Para encontrarte tan sucia como siempre...o como nunca?

"Gracias por confiar en nosotros"

Para qué quedarme...si nunca me diste la bienvenida.

Gustavo Giorgetti

jueves, 2 de diciembre de 2010

Pureza



Si vos y yo fueramos puramente fieles a nosotros mismos, entonces seríamos iguales, anunció el yogui.
Su acompañante se mostró confundido.

El maestro yogui prosiguió: eso significa que, si eliminaces todos los miedos en vos, si lograses ver tan hondamente en tu ser como en los demás seres, solo percibirías una sola diferencia...

-¿y cuál sería esa diferencia?

-que el agite del viento sobre la rama acuna juntas a todas las hojas, pero que cada una de estas, a su vez, lo hace a su tiempo. Respondió.

-¿Eso sería una diferencia?

-No, eso es precisamente lo que nos hace iguales. Una única conciencia repartida en distintas hojas, con sus tiempos, sus mesuras, todas sus diferencias que los hacen iguales.
Ahora sabes que, la próxima vez que me veas, te verás.

Y la próxima vez que observes al cielo...

-Si, podré ver las demás ramas del arbol.

Y contemplaron al cielo.

Cáctus

Invocó a las musas aquella noche. Entre los pérfidos y sodómicos diónisos la danza de las flamas era trocada por las sombras. Perverso pasado, convocante de los sátiros herejes del nuevo mundo.Era deseada por los ojos hablantes. Eternamente deseada por estos en pasado y en futuro.
En pleno éxtasis, orgía, consumación, acto y hecho, despertó.

La sombra pasada por los durmientes lo sobresaltó poniendo fin a su sueño y lo trajo nuevamente al mundo.
Estaba flaco, lo notó al hallarse parado frente al espejo que reposaba sobre la cómoda. Le era imposible volver a la cama pese a que el sol, aún, no había trepado al horizonte.

Prendió un cigarrillo sudando, entrado en fiebre. Deliro, pensó al notar una luz que era emanada por una fotografía. En esta, su madre lo sostenía en brazos. Acunábalo, besábalo, ahogábalo.

Volvió a despertar arropado entre suéteres usados. Un desmayo, pensó. Era ya el mediodía. El desencanto era grande. No existía para él cosa mas grande y regocigante que la derrota. Aunque era, mas bien, un síntoma asimilado como parte de una neologista sensación idiota.

Se zambulló en la tina rebalsante de espuma, resbalando y golpeando su rostro contra la loza.
Caminó por el bosque, algunas aves le hablaron en lenguas y él sintió, por primera vez, que estaba loco. Siguió caminando hasta que no pudo dar un paso más. Había en sus pies maleza, eran sus pies maleza, era un bosque. Perverso, sucio éxtasis. 

Abrió los ojos.

Todo era borroso. Pastillas, vasos, vapor, hedor. Sucio. Llevaba cuatro días sin bañarse. Estaba sentado, en medio del desierto, contemplando un espejo hecho de agua, nuevamente, erigiéndose sobre la cómoda. Las palabras brotaban de un manantial sin hallar cauce. Castores trabajaban sin parar. ¿Castores?, ¿Desierto?, la locura era demasiada, oasis y remanso consumo, atraido como perdido cedió a su impulso, y avanzó hacia un cáctus que resplandecía y, que junto al viento, entonaba melodías edulcoradas de FM. 

Cáctus, dime, ¿Qué soy?¿Qué hago?¿Cómo estoy?, sin recibir respuesta salvo aquellas pateticas entonaciones de Soft Music. 

Cortó con un machete la base. Apareció, estuvo, emanó de la nada, dividiendo la verde superficie en dos polos cóncavos y polvorientos. Bebió su esencia y cantó.
Sombras, vacío, un auto sin techo, un conductor ebrio, él como copiloto, hacia la derecha, se vió cortar el cáctus, por delante un camión los impactaba, y un trozo de metal perforaba su pecho.

Estaba en la cuna, estaba su madre teniéndolo en brazos, una luz lo encegueció, lloró, su madre lo volvió a acostar.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

El Anotador - Segunda Parte


Juan Carlos termina de armar su valija. No hay demasiado que guardar (o no queda) luego de la separación. Busca al gato por todas partes pero no logra encontrarlo. Ma´si, que se vaya él también.
Camina hacia el kiosko de diarios: Tomá. ¿Es lo que te debía, no?, le dice al diariero. ¿Consiguió trabajo? se lo vé mejor hoy. Así es, responde Juan Carlos inflando orgullosamente el pecho. Me alegro por usted...pobre muchacho el del diario, ¿lo leyó ayer?. No, en absoluto...de la emoción ni siquiera lo abrí. 
Pucha...sigue el quioskero, me acordé de usted justamente porque era taquígrafo. 
¿En serio? Quizás lo conocía...somos pocos. Nos vemos Ramón. 
Nos vemos, se despide el quioskero.

Al llegar al hotel, Juan Carlos está sorprendido. El hall se encuentra prácticamente vacío, a diferencia del día anterior, por lo que puede detenerse a contemplar los detalles de la arquitectura de principios de siglo. Un poco sobrecargado quizás, demasiadas volutas y relieves neogóticos lo hacen ver un poco saturado, pero definitivamente tiene su encanto. ¿Lo ayudo señor? Lo interrumpe uno de los encargados. Sí, por favor. Voy al quinto piso, habitación cuarenta y tres. ¡Ah! ¿entonces trabaja para el señor Zebul? Desde hoy, responde.

El viaje en ascensor sucede sin demasiados sobresaltos. Avanzan por el pasillo. Hay una puerta con fajas de clausura. Continúan caminando. Bueno señor, llegamos. Esta es su habitación. Y sacando un manojo de llaves del pantalón, abre la puerta.
Muchas Gracias...¿Tu nombre? Pregunta Juan Carlos. Araziel, me llamo.
¿Pero no hay ningún José, Rubén...un Manuel acá? 
Lo dudo señor, lo dudo...Usted acomódese que iré a comunicarle al señor su llegada. 

Muchas gracias, responde Juan Carlos y, mientras hurga en sus bolsillos dejarle una propina, Araziel lo interrumpe: No señor, usted no necesita dejarme nada.

Quince minutos después, el teléfono suena. Es Tártaro. Juan Carlos debe subir.

Una vez en la oficina, el señor Zebul pasa lista. Tártaro parece ser, además de su matón de confianza, su secretario personal. ¡Adelante querido! Le dice a Juan Carlos con una familiaridad que lo sorprende. Avanza hasta el escritorio. Siéntese. Hoy, por ser su primer día, haremos algo sencillo, como para que vaya entendiendo el negocio.

Mientras Tártaro conduce el automóvil negro, Zebul se encuentra sumido en una profunda meditación. Juan Carlos observa por la ventana. Las calles están pobladas de gente. Un grupo de turistas toma fotos del obelisco. El semáforo cambia a rojo.

¿Sabe Taquígrafo? comienza Zebul a hablar. Cuando empecé en el negocio, hace ya bastante tiempo, las cosas eran distintas. La gente era mas sencilla...menos ambiciosa. Hoy en día uno debe estar atento las veinticuatro horas...realmente la codicia del hombre es infinita. Juan Carlos asiente.
¡Me gusta esa frase! anótela, le pide Zebul.

Doblan. Se abren las puertas de un garage subterráneo. Entran, recorren la pendiente hasta detenerseen un piso vacío. Zebul: Los verdaderos negocios no se hacen en las oficinas ¿sabía?
De las penumbras emerge un hombre vestido con un traje negro, muy formal. Un reloj dorado, camisa lila, de unos cuarenta y cinco años. Juan Carlos lo reconoce de las revistas de farándula. Un empresario famoso. Lo ve mas bajo de lo que lo imaginaba. Saca el anotador y un lápiz de su portafolio. Tártaro desciende del auto y abre las puertas. Juan Carlos y Zebul descienden. Zebul avanza hacia el hombre, se estrechan las manos. El empresario se nota preocupado pese a mostrarse calmo.

Zebul
Hoy termina nuestro contrato

Empresario
Lo sé. ¿No hay forma alguna de...?

Zebul
(Interrumpiéndolo) No, lo lamento.

Empresario
Comprendo

Zebul
Ha sido un placer. Adios.

Empresario
Adios.

Zebul, regresando hacia el automóvil, pregunta a Juan Carlos: ¿Tomó nota? Juan Carlos lo observa, asiente extrañado. A Tártaro...¿no tiene un poco de hambre?, vayamos a comer, desliza.
(continuará)